¿Donde estabas Amor, cuando el insomnio
en su muro de infierno me cercaba,
y mi piel lirio por tu piel clamaba
en las llamas ardientes del demonio?
¿Donde andabas ,¡mi bien! cuando el gemido
de licántropa en celo me anudaba
y en la herida su pulso me cegaba
clavando su puñal en mi latido?
Noche de soledad como alarido
de mortal orfandad mi piel se asombra
pájaros muertos de mi ayer vencido.
Y al final en la huella que te nombra
ruge la sangre como cruel aullido
¡De una loba expectante entre la sombra!
Norma Estuard
(trabajo registrado)